Llego septiembre, y ya estamos casi en diciembre lo que quiere decir que la primera evaluación está terminado y eso me lleva a pensar a que el tiempo pasa muy deprisa y que pronto llegara el verano y me tendré que despedir del I.E.S para salir a el instituto de bellas artes de Tomelloso ha estudiar lo que me gusta, eso si, echando de menos esas mesas y sillas verdes destrozadoras de el pelo de muchas compañeras, en las que han pasado cuatro años de largas y bonitas historias con compañeros/as que nunca olvidare, esa agenda en la que escribía la tarea diaria, en la que los profesores se creían que era su diario y apuntaban todos los números que se les pasaban por la cabeza, ese estuche que me a acompañado durante los cuatro años, nunca he visto uno tan duradero, unos rotuladores, verde, naranja, lila, rosa, todos esos colores con los que en el aula de dibujo pintábamos sin parar bajo las regañinas de Fran; esa pizarra que se hacia interminable cuando algún profesor se ponía a dar apuntes como loco, parecía que le faltaba mundo para seguir escribiendo, esas letras tan difíciles de comprender que según ellos eso si que era caligrafía de la buena, nunca podre olvidar la historia escrita en el I.E.S Vicente Cano por muy cansado que se muestre el día a día en él. Así va terminando la historia que un instituto deja sobre los alumnos que pasan por él.
martes, 26 de noviembre de 2013
martes, 5 de noviembre de 2013
SI SE VIVE ESPERANDO EL MAÑANA, SE PIERDE EL DÍA DE HOY
Hace tres días, a Lola le dijeron que su madre tenia que ser intervenida en quirófano para ser operada del corazón, Lola solo pensaba en estar todos los días allí para para que no le pasara nada, los médicos le dijeron que hiciera el favor de irse a casa a descansar y hacer las tareas del hogar pues allí no podía hacer nada porque para eso estaban los médicos, ni siquiera podría verla, Lola no les hizo caso pues ella ante todo solo quería estar allí aunque no la pudiera ver. Mientras tanto la vida seguía fuera del hospital, los días pasaban pero sin ella, ella quedaba "atrapada en el tiempo", sus amigos hacían lo cotidiano incluso les daba tiempo de ir a visitar a la madre de Lola; cuando el alta le dieron a la madre de Lola, salieron del hospital, Lola un poco parada se dio cuenta de que había perdido mucho tiempo en esos tres días y no los podía recuperar, el tiempo que había estado en el hospital sin poder solucionar nada, lo podría haber aprovechado haciendo cosas fuera, distrayéndose para evadirse de la tristeza por su madre, Lola se ha dado cuenta de que si vive pensando en lo que le pudiera pasar a su madre el día de mañana, pierde el día de hoy.
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